Irrelevancia

Las malas digestiones son como los malos resultados políticos. No se sabe porqué han llegado y  ambos son dolorosos.

Para las primeras, suelen haber remedios médicos y caseros que provocan su curación en un día, en muchos casos.

Para los segundos, existen también remedios históricos que provocan enfrentar de mejor forma los nuevos retos políticos.

Tras el 20-N, observo con preocupación que no se han tomando los remedios históricos y conocidos en el partido perdedor de los comicios. Ha sido una derrota electoral histórica para el PSOE, cuatro millones de votos dan fe de ello, cuatro millones de ciudadanos/as que han castigado al gobierno y al partido que lo sustenta con la pérdida de la confianza. Tocaba, pues, que el partido reaccionara de manera rápida y clara para abrir una nueva fase. Cuánto más rápida mejor. 

El partido ha cometido errores de bulto, algunos los ha destacado Alfonso Guerra en la cadena SER. Otras voces están intentando reaccionar para que la desafección al gobierno no se traslade, in secula seculorum, al partido que lo ha sustentado. Es decir, pasar página cuanto antes y ser alternativa de gobierno ante los recortes, brutales, que se avecinan.

Otra voz, interesante, en esta misma dirección la ha realizado Rafael Román en artículo firmado en El País Andalucía.

Y como dijo un visionario hace tiempo "no hay camino a la socialdemocracia. La socialdemocracia es el camino". Es la única alternativa viable y contrastada ante la nueva faz del capitalismo salvaje disfrazado de especuladores y de agencias de calificaciones.