Acaba de hacerse público la sentencia del juzgado de lo penal 1 de Motril (Granada) que vio la causa del desplome del viaducto que se construía en la A-7 en las inmediaciones de Almuñécar y que sesgó la vida a seis trabajadores que realizaban allí sus funciones.
El fallo de la sentencia absuelve a todos los acusados al considerar el juez que no ha hallado indicios de culpabilidad en ninguno de ellos tras las pruebas practicadas en la vista oral.
Los sindicatos, que han formado parte de la causa, han expresado su desacuerdo con el fallo de la sentencia exculpatoria.
El juez manifiesta que no se saben cuáles fueron las causas del desplome.
Cuando se produce un accidente laboral, nos enseñan a los Prevencionistas, que no tenemos que buscar culpables sino las causas que motivan los accidentes para que no se vuelvan a producir. Si tras el estudio de las causas se observan culpas serán otras instancias quienes tendrán que exigir esas responsabilidades.
Lo que me sorprende de la sentencia es que no se conozcan las causas del desplome: qué circunstancias se produjeron para que esa obra se viniera abajo; qué medidas preventivas no se tomaron para que hubieran fallecidos; cómo se puede considerar inevitable un accidente en una obra por parte de un juez en la que no intervino ninguna causa natural ni fenómeno meteorológico.
Muchas preguntas sin respuestas aún. Veremos el recorrido jurídico que le queda al caso
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